La mañana de 11 de mayo representantes de la Subgerencia de Fiscalización de la Municipalidad de San Isidro llegaron a las instalaciones de la ONG Unión Venezolana en Perú para proceder con la clausura del local. A través de redes sociales, el presidente de la organización, Óscar Perez, denunció que los funcionarios ediles estaban abusando de su autoridad y lanzando ataques xenofóbicos contra los presentes.
Mirko Hernández Otárola es el trabajador de la Municipalidad de San Isidro quien habría señalado de ladrones y delincuentes a los ciudadanos venezolanos, según Perez. En la grabación difundida se da cuenta de las repetidas ocasiones en que el representante de la ONG lo señala como autor de actos xenofóbicos. Ante las cámaras el acusado prefirió mantenerse en silencio y advirtió que deberá demostrar lo señalado.
Perez indicó que el motivo por el cual se procedió con la clausura del local de Unión Venezolana en Perú debido a la presencia de niños. Este recalcó que se trata de los hijos e hijas de los colaboradores que pasan tiempo con los menores una vez que estos han salido de sus escuelas. El presidente de la ONG hizo un llamado a la Defensoría del Pueblo y a la alcaldesa de San Isidro para actuar frente a lo sucedido.
Además, se denunció que la persona que habría iniciado los trámites de clausura del local sería un funcionario de la Municipalidad de San Isidro que se apersonó al local en horas de la mañana, aunque vistiendo ropa de civil. Óscar Perez indicó que este habría dado indicaciones a los funcionarios antes de que se proceda con el cierre del local. “Han estado toda la semana hostigando la sede de Unión Venezolana”, denunció.
“Quieren que firme un acta sin que la lea”, denunció el presidente de la ONG. En las grabaciones se observa la insistencia de los funcionarios por obtener el papel firmando y la desesperación de Pérez por hacerles entender que primero debe leer su contenido. “¡Xenófobo!”, le grita en algún momento la cabeza de Unión Venezolana para que el inspector le señale que nadie le debe levantar la voz.
La llegada de venezolanos al Perú ha encolerizado a parte de la población llegando a registrarse actos de xenofobia. No solo los miembros de la clase política han pronunciado frases denigrantes, sino que miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP) han llegado a violentar a algunos extranjeros. El pasado 18 de marzo, dos ciudadanos venezolanos denunciaron que miembros de las fuerzas del orden los desalojaron violentamente de su hospedaje.
Uno de estos habría terminado con el cráneo roto y heridas en el rostro. El hecho quedó registrado en vídeo por uno de los extranjeros y subido a las redes sociales. Según relató, excedieron el tiempo de hospedaje e hicieron caso omiso al dueño del lugar, quien les pidió abandonar el cuarto, por lo que solicitó ayuda a los agentes de la PNP. Estos fueron detenidos por 48 horas, según Brandon Santos, uno de los agraviados.
“A mi criterio, (el oficial) simplemente manifestó su odio. Seguido de esto me dirigía a formular mi denuncia y sus compañeros me detuvieron inmediatamente, privándome de libertad por más de 48 horas, sin derecho a comunicarme con nadie”, manifestó. Asimismo, hizo público que la fiscal Sara Doris García Cárdenas lo “secuestró” y le impidió “recibir asistencia jurídica ni realizar ningún tipo de llamada”.