Mario Vargas Llosa defendió la legitimidad de la presidenta Dina Boluarte este miércoles, cuando fue condecorado con el Gran Collar de la Orden del Sol, la máxima distinción nacional, un mes después de su incorporación a la Academia Francesa.

El Nobel de Literatura 2010 consideró que “algunos” presidentes extranjeros “han intervenido de manera indecorosa en los asuntos peruanos, arrastrando a los vecinos y poniendo en duda la legitimidad” de la jefa de Estado.
Para Vargas Llosa, los líderes políticos que no reconocen la administración de Boluarte, entre ellos Andrés Manuel López Obrador (México) y Gustavo Petro (Colombia), han sido “movidos por razones ideológicas o intereses políticos”.

“En el Perú prevalece la democracia y rechazamos firmemente su injerencia, que viola las normas internacionales y los más elementales principios de la buena vecindad”, remarcó el escritor hispano-peruano, acompañado de Patricia Llosa e hijos.
Agregó que respeta la política de “rigurosa defensa de la democracia” que “encarna” Boluarte, pese a que The Economist dejó de considerar al país como un régimen democrático y lo rezagó a la categoría de régimen híbrido.
Para la revista, actualmente el país vive “un entorno político inestable (seis presidentes y tres congresos diferentes que gobiernan el país desde 2016), una polarización extrema y una alta tolerancia hacia el gobierno militar”.
En febrero pasado, el Nobel hizo historia al incorporarse a la Academia Francesa, la institución encargada de velar por la pureza de la lengua de Molière, en una ceremonia solemne en París.
El escritor mantiene un vínculo con el Perú, donde aspiró a ser presidente en 1990, cuando fue derrotado por Alberto Fujimori (1990-2000).
Tras los comicios, se instaló en Madrid, puesto que el Gobierno de Fujimori amenazó con quitarle la nacionalidad peruana y, para evitar que se convirtiera en apátrida, España le concedió la nacionalidad por carta de naturaleza.
Sus lazos con la política peruana le ha mantenido muy vinculado a la coyuntura y, en las elecciones presidenciales de 2021, le llevó a apoyar por sorpresa a Keiko Fujimori (hija de Alberto Fujimori) frente a Pedro Castillo, de quien Boluarte fue vicepresidenta.