Tras una semana agobiante, este martes la ola de calor dijo ‘adiós’, momentáneamente, en la Ciudad de Buenos Aires. Si bien el fenómeno se vio interrumpido, la zona sigue bajo alerta roja por temperaturas extremas, al igual que algunos municipios del conurbano bonaerense. Según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el alivio llega este viernes con un marcado descenso de las marcas térmicas.
El organismo explicó que si bien continuarán las altas temperaturas, ya no se tratará de una ola de calor. En ese sentido, las marcas máximas pronosticadas se ubicarán en torno de los 33, 34 y 36 grados hasta el viernes, cuando se espera que desciendan levemente tras la rotación del viento al sur.
“Para que haya una ola de calor se tienen que cumplir tres días consecutivos como mínimo con temperaturas mínimas y máximas en ciertos umbrales, lo cual varía en cada distrito. En la Ciudad de Buenos Aires la mínima debe superar los 22 grados y la máxima, los 32. Pero la mínima de recién fue de 21.8″, indicó la meteoróloga del SMN Cindy Fernández, para explicar el fin de ese fenómeno.
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Esta situación afectará a otras localidades bonaerenses que se verán envueltas en el alerta roja: Esteban Echeverría, Ezeiza, La Matanza, Merlo, Brandsen, Cañuelas, Magdalena, San Vicente, Berisso, Ensenada, La Plata, Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Florencio Varela, Lanús, Lomas de Zamora, Presidente Perón y Quilmes.
Además, el centro y oeste de la provincia de Entre Ríos y el norte de Buenos Aires presentan alertas naranjas por temperaturas extremas, que pueden ser “muy peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo”. En el caso de la capital entrerriana, está pronosticada una máxima de 36 grados para la jornada y en la ciudad de Córdoba se esperan 35 grados.
Según el ranking de temperaturas de las 18, publicado por el SMN, en la provincia de Buenos Aires se registró la temperatura más alta en Merlo con 32.5°, seguido de Ezeiza con 32.3°, Moreno con 32°, Las Flores con 31.9 y la CABA con 30.9°.
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Tras una semana de extremo calor el SMN sostiene que el viernes comenzará a sentirse el alivio en la zona. El mismo se extenderá al sábado, pero el domingo volverán las altas marcas térmicas. “Este viernes se espera un leve descenso de temperaturas ya que en el transcurso del día va a avanzar un frente frío que va a hacer que el viento rote al sur y desciendan un poco las temperaturas”, explicó Fernández.
Además, la especialista detalló que con este frente va a entrar aire un poco más seco, el ambiente se va a tornar un poco menos molesto. Si bien las máximas pueden superar los 30° grados, tampoco se descartan chaparrones pasajeros. ”Este alivio va a ser el viernes y el sábado ya para el domingo vuelve el viento norte y las temperaturas suben con máximas entre los 32 y 35 grados”, advirtió la meteoróloga.
De todo el territorio nacional la franja central es una de las que va a presentar mucho calor hasta el jueves. Esto se debe a que con el viento sur bajarán un poco las temperaturas, pero el sábado con el viento norte subirán mucho nuevamente.
Una ola de calor es un período excesivamente cálido, que puede tener un impacto en la salud de leve a muy alto, sobre todo para grupos de riesgo, como niños y niñas, y mayores de 65 con enfermedades crónicas como cardiovasculares, respiratorias, diabetes y obesidad.
Ante este tipo de fenómenos el Ministerio de Salud reiteró una serie de recomendaciones por las altas temperaturas como: el uso de protector solar, hidratarse, consumir agua aún cuando no se sienta sed, usar ropa holgada, evitar exponerse al sol, usar gorro, consumir frutas y verduras y evitar la actividad física intensa.
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