Hace poco más de 42 semanas, el 10 de junio del año pasado, el Bitcoin perforó los USD 30.000 y se hundió una tendencia bajista que lo llevó hasta tocar un piso de USD 15.500 durante algunas horas de noviembre. En las semanas siguientes su precio se mantuvo inestable, pero a partir de enero inició un camino de recuperación que aún no tiene fin. En ese contexto, la criptomoneda más popular del mundo logró superar nuevamente la barrera de los USD 30.000 y alcanzó este martes su valor más alto en 305 días.
¿A qué se debe el repunte? Hay varios puntos a considerar para entender la recuperación del Bitcoin, pero antes, se debe entender que las criptomonedas siempre se han caracterizado por su alta volatilidad y si bien sus constantes fluctuaciones han generados importantes oportunidades de inversión, también han “arrasado” con los ahorros de miles de inversores en todo el mundo.
Según los especialistas, para comprender los motivos de la recuperación del Bitcoin, primero se debe repasar por qué cayó en su momento. Si bien las criptomonedas suelen presentar variaciones asociadas a las decisiones de política económica de las principales potencias del mundo, como Estados Unidos o la Unión Europea, los cambios más bruscos suelen estar relacionados con otros acontecimientos específicos del mundo cripto.
En este caso, hay dos grandes hechos que condicionaron la caída del Bitcoin y de todas las criptomonedas en general en 2022. Uno fue la caída del “proyecto Luna/Terra”, una criptomoneda que colapsó por malos manejos financieros y una serie de variables técnicas que se salieron de control. El otro gran evento fue el colapso de FTX, una plataforma de intercambio de criptomonedas que cayó en bancarrota tras una “catarata” de denuncias por fraude millonario.
Ambos eventos provocaron las caídas masivas de las monedas digitales durante el 2022, pero la resistencia del Bitcoin para no caer por debajo de los USD 15.000 y la disipación de la incertidumbre generada por los dos acontecimientos de shock, dieron paso al inicio de la recuperación a comienzos de 2023.
Por otro lado, los analistas del mercado de criptomonedas advierten que el Bitcoin se ha convertido en los últimos meses en un “refugio de valor” ante la crisis financiera internacional, incluyendo la quiebra del Silicon Valley Bank. Ese es un fenómeno que habitualmente se ve con el oro y otros activos de valor relativamente estable, que en momentos de poca claridad económica en el mundo tienden a subir de precio.
Por su popularidad y el volumen de transacciones que registra a diario, el Bitcoin se ha convertido en la criptomoneda de referencia para las demás monedas digitales. Por eso, es común ver que todas las demás criptos suban o bajen, siguiendo sus pasos.
En este caso, la recuperación no ha sido tan marcada en otras criptomonedas populares, como el Ethereum (ETH), pero sí han aumentado su cotización en los últimos meses. El ETH, por ejemplo, cotizaba a USD 1.194 a inicios de 2023 y hoy figura a USD 1.889 (58% de suba).
También la unidad de Ripple (XRP) se encuentra en una tendencia alcista. A comienzos de 2023 tocó un piso de USD 0,31 y actualmente cotiza a USD 0,51 (64% de incremento), aunque a fines de marzo llegó a tocar los USD 0,58.
Se pueden encontrar muchos otros ejemplos similares, con variaciones, pero siempre con una tendencia creciente desde comienzos del año.
En vistas a futuro hay mucha incertidumbre respecto a lo que pueda pasar, teniendo en cuenta la volatilidad de siempre de las criptomonedas. Algunos especialistas sostienen que el Bitcoin está cerca de encontrar un nuevo precio de equilibrio, mientras que otros anticipan que en unos meses podría volver a cruzar la barrera de los USD 50.000, como lo hizo por primera vez en febrero de 2021.
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