(Desde Santo Domingo) La Casa Blanca anunció hoy formalmente que Alberto Fernández y Joseph Biden se encontrarán el próximo miércoles 29 en Washington para profundizar la relación bilateral y analizar la agenda global atravesada por la guerra en Ucrania, la influencia creciente de China en América Latina y el impacto económico del Cambio Climático. En principio, los presidentes de Argentina y Estados Unidos se encontrarán a solas en el Salón Oval.
La confirmación del cónclave en Washington fue anunciado por Karine Jean-Pierre, secretaria de Prensa de la Casa Blanca. Y a continuación Jorge Arguello, embajador argentino en Estados Unidos, replicó la información a través de su cuenta oficial en Twitter.
El comunicado de prensa de la administración demócrata dice:
“El 29 de marzo, tras la conclusión del primer día de la segunda Cumbre por la Democracia, el presidente Joe Biden recibirá al presidente Alberto Fernández de Argentina para una reunión bilateral en la Casa Blanca. Los líderes celebrarán 200 años de relaciones bilaterales entre los Estados Unidos y Argentina y reiterarán la fuerza de la asociación entre Estados Unidos y Argentina. Discutirán cómo los Estados Unidos y Argentina pueden seguir asociándose para abordar los desafíos globales y continuar avanzando en áreas de interés nacional mutuo, incluidos los minerales críticos, el cambio climático, el espacio y la tecnología. También discutirán la cooperación económica, así como sus valores compartidos de inclusión, democracia y protección de los derechos humanos”.
Alberto Fernández y su canciller Santiago Cafiero estaban en permanente contacto con Arguello, que a su vez dialogaba con la Casa Blanca para saber cuándo se confirmaría la reunión entre ambos mandatarios. Pasadas las 22 de República Dominicana -una hora menos en Argentina-, la secretaria Jean-Pierre apretó enter y avisó a Arguello que podía tuitear la gacetilla de la administración demócrata.
El jefe de Estado y su comitiva partirán mañana hacia New York como escala previa a DC. En la capital de Estados Unidos aguardará Sergio Massa, que vuela desde Buenos Aires a Washington para arribar el martes cerca del mediodía. Si no hay cambios de último momento, Alberto Fernández y Biden protagonizaran el encuentro bilateral y a continuación habrá un saludo formal a la delegación argentina.
La agenda del cónclave en el Salón Oval es abierta, pero Biden tiene intenciones de tratar la ofensiva de China en América Latina y el desarrollo tecnológico en la región. Alberto Fernández, a su turno, planteará las situación del sistema financiero global y su influencia en los países pobres y de medianos ingresos, los costos mundiales de la guerra en Ucrania y la necesidad establecer un flujo de créditos e inversiones que permitan sobrellevar las consecuencias del cambio climático.
La reunión en la Casa Blanca fue el resultado de un silencioso trabajo diplomático ejecutado por Cafiero y Arguello. El canciller y el embajador argentino en Estados Unidos utilizaron todos los recursos a su alcance para lograr que Biden reciba a Alberto Fernández en la Casa Blanca.
Se trató de una gestión compleja y con epílogo incierto: en Washington sorprendió que el Presidente visitará a Vladimir Putin antes de la guerra en Ucrania, que elogiara a Xi Jinping en Beijing y que tuviera una posición en zigzag respecto a los regímenes populistas de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Esta agenda presidencial había levantado cierto resquemor en la Casa Blanca y por eso las gestiones de Cafiero y Arguello chocaban con la resistencia diplomática de Jake Sullivan y Juan González -consejeros de Seguridad Nacional de Biden- y de Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos.
En este contexto, Lula da Silva asume como presidente de Brasil y la Casa Blanca decide recuperar la relación diplomática con el Palacio del Planalto tras el paso sinuoso de Jair Bolsonaro. Da Silva llegó al Salón Oval con 40 días de gestión, mientras que Alberto Fernández bregaba por su oportunidad con tres años de mandato en Balcarce 50.
Cafiero se encontró con Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, en la cumbre del G20 en Delhi (India). Allí el canciller insistió ante Blinken, y el secretario de Estado se comprometió en acelerar las gestiones ante Biden. No prometía nada, pero juró que se esmeraría cuando llegará a Washington.
Arguello ya sabía el tono de la conversación entre Cafiero y Blinken y avanzó -de nuevo- sobre los consejeros Sullivan y González. Sin ellos, no había nada que hacer. Hace diez días, Cafiero y Arguello comprendieron que estaban cerca de coronar un esfuerzo que llevo mucho tiempo y fue condicionado por el COVID-19, la guerra en Ucrania y las inconsistencias de la diplomacia en slalom que ejecuta Alberto Fernández.
Si no hay un cambio abrupto en la agenda de Biden, el presidente será recibido en el Salón Oval de la Casa Blanca. Un gesto que impacta en la política doméstica y es muy necesario en el Fondo Monetario Internacional (FMI), que otra vez tiene pesadillas con la Argentina.