En la noche del miércoles, los participantes de Gran Hermano vivieron grandes emociones. En primer lugar, se jugó la final de la prueba del líder entre Romina y Marcos con una trivia de preguntas y respuestas acerca de situaciones que se vivieron adentro del reality.
En primer lugar fue el turno de Romina, quien tuvo varios errores y luego, el de Marcos, quien ganó por una sola respuesta correcta y se convirtió en el líder semanal, que en esta oportunidad eso implicó quedar afuera de la última placa de nominados y se convirtió en el primer finalista del certamen.
En la semana en que entraron a la casa los afectos más cercanos de los participantes – ya fueron de visita las hijas de Romina y luego la abuela y el segundo papá de Nacho – fue el turno de Julieta de recibir a su familia, y a su novio Lucca.
En ese contexto, el conductor reveló cuál era la estrategia que iban a hacer para darle una sorpresa mayor a la joven de Villa Devoto. “Vas a entrar a la casa pero primero vas a entrar conmigo por la pantalla, para que ese encuentro sea más inesperado. Decime por favor que te portaste bien”, le dijo Santiago Del Moro a Lucca, que se lo veía nervioso y contento.
Así que el conductor entró por la pantalla de televisión al living de la casa y les anunció a los participantes: “Hay alguien que tiene que ir al SUM ahora” y Julieta, haciéndose cargo, se sinceró: “No podía dormir ayer esperando este día”.
Enseguida Del Moro le preguntó a quién quería encontrar, y ella respondió sin dudar: “A mi novio”.
Y fue corriendo al sum. Apenas entró y vio a su familia se fundió en un emotivo abrazo. En primer lugar con su mamá, despues con su papá y por último con su hermana menor. “¡Qué hermosa estás, hija!”, le dijeron al unísono. Ella, aun sin entender, se mostró muy feliz pero la alegría fue completa cuando volvió a entrar Santiago para decirle que estaba con Lucca al lado.
“Juli, yo soy un tipo de palabra. Y lo que prometo lo cumplo. Yo te prometí algo más. ¿Algo así querías vos?”, preguntó a la participante mientras el plano de la cámara se abría y mostraba a su novio. “¡Ay no!” gritó Julieta. Y suplicó: “Traemelo. Hola mi, amor, no no no. Te extraño demasiado”.
Enseguida le disparó una pregunta inesperada: “¿Y cómo te estás portando?”. Por supuesto, el joven la tranquilizó con un “sí” y Santiago anunció que le iba a pedir permiso a Gran Hermano para que Lucca pudiera ir a verla en persona.
En ese momento, se escuchó la voz inconfundible del dueño del programa. “Santiago, por supuesto que Lucca puede entrar” y empezaron los inminentes preparativos para que el joven se acerque hasta la casa más famosa del país.
Julieta corrió a lavarse los dientes y a ponerse perfume. Mientras se ponía desodorante, exaltada, les gritó a sus compañeros la feliz noticia. Después, tomó a los dos cachorros en brazos y volvió al sector del sum.
Mientras se generó una charla con sus papás y su hermana, esperó ansiosa la llegada de su novio. “Julieta, estás más linda que nunca”, le dijo su hermana y la abrazó. “Entregate al universo”, le recomendó su mamá. Y continuó: “Todo lo que pasa es por algo”.
Acto seguido, la hermanita quiso saber si Julieta se tapaba al momento de cambiarse o después de bañarse. “Nunca me tapé nada”, reconoció.
Un rato después, finalmente llegó su amor a la casa. Y Santiago les informó que les daba la posibilidad de pasar unas horas juntos a solas. “Les van a dejar el SUM ahora a solas por si quieren hacer algo, en ese caso les recuerdo el consentimiento”, le recordó y Julieta corrió a abrazar a su novio. Apenas lo vio, se subió a sus brazos mientras el joven la besaba con un enorme ramo de flores en la mano.
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