Un tribunal de apelación ruso ratificó este miércoles la condena de ocho años y medio de cárcel contra el líder opositor ruso Ilya Yashin por difundir “información falsa” sobre las Fuerzas Armadas de Rusia en el marco de la guerra de Ucrania.
El Tribunal moscovita de Meshchanski condenó en diciembre al opositor, quien también es exconcejal del distrito de Krasnoselski, a ocho años y seis meses de cárcel por denunciar en su canal de YouTube a las Fuerzas Armadas rusas por la comisión de crímenes de guerra en la ciudad ucraniana de Bucha.
Rusia aprobó una ley que penaliza la difusión de “información falsa” sobre su ejército poco después de enviar sus tropas a Ucrania el 24 de febrero de 2022. Las autoridades han utilizado la ley para sofocar las críticas a lo que el Kremlin llama “operación militar especial” en Ucrania.
Tras el fallo del tribunal moscovita, su representación legal presentó un recurso para apelar la decisión, que fue finalmente ratificadó este miércoles por un tribunal de apelación, según informó la agencia de noticias Interfax.
Yashin, de 39 años, fue objeto de la apertura de una causa penal en julio por esta denuncia en un proceso que comenzó cuando ya cumplía 15 días de detención administrativa por cargos de “desobediencia a la orden de un agente de Policía”.
Tras el veredicto de diciembre, la ONG Human Rights Watch lamentó la condena contra el opositor como parte del “constante esfuerzo” de las autoridades rusas para “desmantelar y decapitar a la oposición política pacífica y silenciar cualquier crítica a la guerra del Kremlin”.
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) también repudió la condena a Yashin al esgrimir que “en la Rusia de hoy en día decir la verdad sobre las violaciones de los Derechos Humanos se ha convertido literalmente en un delito”.
El lunes una corte en Moscú condenó a un destacado rival del Kremlin por los cargos de traición y denigrar al ejército ruso, y le sentenció a 25 años de prisión.
Vladimir Kara-Murza, Jr., un conocido activista opositor que sobrevivió en dos ocasiones a envenenamientos de los que acusó al Kremlin, llevaba un año encarcelado. Ha tachado de políticos los cargos en su contra y comparado el proceso judicial con los juicios teatrales celebrados durante el mandato del dictador soviético Josef Stalin.
En su última comparecencia la semana pasada, Kara-Murza dijo que seguía estando orgulloso de plantar cara a la “dictadura” del presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su decisión de enviar tropas a Ucrania.
“Sé que llegará el día en el que la oscuridad que envuelve a nuestro país se aclarará”, dijo Kara-Murza en su declaración la semana pasada, compartida en medios sociales y medios opositores rusos. “Y entonces nuestra sociedad abrirá los ojos y temblará al darse cuenta de los terribles crímenes cometidos en su nombre”.
Amnistía Internacional criticó la sentencia como “otro escalofriante ejemplo de la represión sistemática sobre la sociedad civil, que se ha ampliado y acelerado” desde que el Kremlin envió sus tropas a Ucrania.
“Este veredicto equipara erróneamente el activismo de derechos humanos con ‘alta traición’ y recuerda a la represión de la era estalinista”, indicó la directora de AI en Rusia, Natalia Zviagina, en un comunicado.
El grupo declaró a Kara-Murza un prisionero de conciencia condenado sólo por sus opiniones políticas y reclamó su liberación inmediata e incondicional.
Los cargos contra Kara-Murza derivaban de su discurso el 15 de marzo ante la Cámara de Representantes de Arizona, en el que condenó las acciones militares rusas en Ucrania. Los investigadores añadieron los cargos de traición cuando ya estaba detenido.
Kara-Murza, que es periodista, era colaborador del líder opositor ruso Boris Nemtsov, que fue asesinado cerca del Kremlin en 2015. Kara-Murza sobrevivió a envenenamientos en 2015 y 2017 que atribuyó al Kremlin. Las autoridades rusas han negado cualquier responsabilidad.
La salud de Kara-Murza se ha deteriorado en prisión, lo que le ha provocado una polineuropatía en los dos pies, según sus abogados.
(Con información de Europa Press)
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