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Quién es el dueño de Jarritos, la refresquera mexicana que Profeco puso en la mira por su eslogan

Jarritos es una marca refresquera mexicana. (Jesús Áviles/Infobae)

En la Revista del Consumidor de este mes de mayo, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un análisis entre diversas marcas de refresco, y determinó que la marca mexicana Jarritos no comprueba la frase que dice su eslogan: “¡Qué buenos son!”.

La institución señaló al medio Expansión, por medio de un correo electrónico, que “las marcas con observaciones en sus leyendas tendrían que corregirlas si no las demuestran, pero eso no necesariamente implica que el producto salga del mercado”.

Los eslógans son frases que distinguen a los negocios, según el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), que es la misma institución que otorga los registros de marcas, nombres comerciales, denominaciones de origen y los avisos comerciales.

El eslogan “Que buenos son” tiene registro de aviso comercial ante el IMPI desde el año 1992, con una renovación fechada el 20 de abril de 2002 a nombre de Frutas Concentradas, que también tiene el registro de la marca Jarritos.

La Profeco realizó un estudio a algunos refrescos. (Foto: Archivo)
La Profeco realizó un estudio a algunos refrescos. (Foto: Archivo)

El estudio que realizó Profeco de Calidad de Bebidas Saborizantes (refrescos), que fue realizado del 28 de noviembre de 2022 al 15 de marzo de 2023, tuvo como objetivo determinar el contenido de azúcares, cafeína y edulcorantes no calóricos de 48 productos, así como evaluar la veracidad de la información contenida en los envases de los productos.

Del total de refrescos analizados, 22 adicionan azucares y edulcorantes no calóricos, ocho solo adicionan azucares, 15 son sin calorías y 1 bajo en calorías.

El análisis determinó que todos los productos cumplen con la calidad sanitaria, sin embargo, Jumex Naranjada Frutzzo de 600 mililitros, Zing sin calorías de 3.3 litros y Ameyal de dos litros incumplen con el contenido neto declarado en cada unidad.

La marca mexicana de refrescos Jarritos es una de las más reconocidas a nivel internacional y su popularidad está establecida desde hace 73 años. La empresa es originaria del estado de Jalisco y su boom se dio en los años 50´s.

La marca Jarritos nació en los años 50´s.
La marca Jarritos nació en los años 50´s.

En un principio, el refresco nació de una mezcla carbonatada con café, sin embargo, los encargados de llevar a cabo la creación, definieron que para que se comercializara se hiciera de varios sabores. El primero en tener esta fórmula fue el de sabor mandarina.

Se han generado dudas acerca de quién es el dueño de la empresa Jarritos, sin embargo, en su página oficial, se señala que el verdadero dueño es Embotelladora Mexicana S.A. de C.V., empresa que forma parte del Consorcio Aga, que fue fundado por Abelardo García Arce en 1931. En la actualidad, la familia García Arce Monraz es la encargada del Consorcio Aga y, por ende, de la compañía refresquera mexicana.

Hoy día son sus hijos y nietos quienes se ocupan por mantener el crecimiento del patrimonio que su padre y abuelo les heredara”, afirma el Consorcio Aga en su sitio oficial. Mientras que Jarritos afirma que el capital accionario es 100 por ciento de mexicanos y que todos sus ejecutivos son locales.

La confusión sobre quién era el verdadero dueño de Jarritos surgió porque el creador de dicho refresco, Francisco “El Güero” Hill Ávalos, fue quien fundó todo lo relativo a la marca, además de que fue la cara de la bebida a nivel empresarial.

Jarritos pertenece al Consorcio Aga.
Jarritos pertenece al Consorcio Aga.

En 1983, Aga se encargó de llevar a cabo la elaboración del refresco, y con ello se dio paso a la internacionalización de la bebida. Para 1988, Jarritos logró entrar al mercado estadounidense gracias a la asociación con la empresa Novamex, una empresa dedicada al embotellado y distribución de bebidas fabricadas en México para el extranjero.

El nombre de Jarritos nació gracias a las llamadas aguas de sabores que se servían en jarras de barro para mantenerlas frescas por más tiempo. Bajo este esquema, el sitio web señala que las primeras botellas de este refresco no tenían etiquetas, pues “la gente simplemente sabía qué sabor era por el color”.

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