La Fiscalía de Bolivia pidió ampliar la prisión preventiva del gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, por cuatro meses más. Esto fue luego de que el político opositor fuera imputado por los delitos de financiamiento al terrorismo, cohecho activo, seducción de tropas, instigación pública a delinquir y asociacion delictuosa; así como uso indebido de bienes y servicios públicos.
La imputación fue presentada ante el Juzgado 1° de Instrucción Anticorrupción de La Paz este viernes a últimas horas de la tarde.
“Al presentar la imputación, están solicitando cuatro meses más de detención por estos supuestos nuevos delitos dentro del mismo caso que ya está detenido”, confirmó a Infobae su abogado, Martín Camacho.
Y siguió: “Nos hemos enterado casi por una coincidencia porque uno de nuestros asistentes estaba en el juzgado. Y bueno, estamos un poco ‘correteados’, como decimos acá con todo esto, para ir preparando todo para el lunes, que seguramente va a ser la audiencia”.
El defensor del gobernador de Santa Cruz recordó que el próximo 30 de abril se cumplirán los cuatro meses de prisión preventiva que habían sido decididos por la justicia el pasado 30 de diciembre. Y subrayó: “Lo que busca el gobierno obviamente es continuar con esta injusta detención agregándole cuatro meses más”.
Luis Fernando Camacho fue detenido el 28 de diciembre del año pasado cuando intentaba regresar a su domicilio y, desde el 30 de ese mes, se encuentra en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro. Fue el líder de la rebelión boliviana que denunció fraude en los comicios de 2019 en los que venció el ex presidente Evo Morales.
Este abogado, de 44 años, con maestría en derecho tributario en la Universitat de Barcelona ganó notoriedad como presidente del Comité Pro-Santa Cruz, un conglomerado de entidades empresariales, vecinales y laborales de la región más rica de Bolivia.
Tras las elecciones del 20 de octubre de 2019, convocó a las primeras protestas para denunciar fraude en las urnas. Las manifestaciones comenzaron en Santa Cruz, pero se extendieron rápidamente a otras ciudades del país, incluida La Paz.
La noche del 4 de noviembre, mientras las protestas iban en aumento, Camacho voló de Santa Cruz a La Paz para forzar a Morales a firmar una carta de renuncia que él mismo había redactado. Sin embargo, tuvo que regresar a su bastión, impedido de salir del aeropuerto por la presencia de manifestantes oficialistas.
Camacho se convirtió en el rostro más visible de la oposición a Morales tras los comicios de 2019, aunque no había sido candidato a la Presidencia. Aliados suyos integraron el gabinete de la ex jefa de Estado interina Jeanine Áñez, entre ellos Jerjes Justiniano, en el influyente cargo de ministro de la Presidencia. Sin embargo, la mandataria lo apartó tres semanas después.
Justiniano había sido clave para alcanzar acuerdos de pacificación con sindicatos de campesinos y obreros leales a Morales, y para concertar una ley con los parlamentarios de izquierda que controlaban el Congreso para convocar a nuevas elecciones generales en 2020.
Al poco tiempo, la ruptura entre Camacho y Áñez quedó sellada cuando ambos lanzaron sus candidaturas para las elecciones de 2020. Ella luego la retiró por carecer de opciones de triunfo.
En esos comicios, el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, se alzó con la victoria con el 55,11 % de los votos. En segundo lugar, terminó Carlos Mesa, con el 28,83 %; y tercero, Camacho, con el 14,00 %. Es gobernador del Departamento de Santa Cruz desde el 3 de mayo de 2021.
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