La pujante provincia de Neuquén, donde brilla el rico y productivo yacimiento de Vaca Muerta, le dio a la Argentina este domingo una noticia de magnitud histórica. Después de 60 años, el Movimiento Popular Neuquino (MPN), que es manejado con mano de hierro y modos feudales por la familia Sapag, perdió el gobierno local ante una alianza multipartidaria que encabezó el disidente Rolo Figueroa.
En el inicio del año electoral, el caudillismo que domina varias provincias -y que también tiene su reflejo en el ámbito nacional- recibió desde la Patagonia una novedad que puede, incluso, convertirse en tendencia de ruptura con viejas hegemonías.
Más allá de que Figueroa fue funcionario, legislador y hasta vicegobernador del MPN, la singularidad de su victoria se basó en que decidió enfrentar los dictados del clan que lidera Jorge Sapag y armó una coalición que incorporó, además de dirigentes rebeldes del oficialismo local, partidos de diversos orígenes y el apoyo activo de Horacio Rodríguez Larreta y, con menor intensidad, de Mauricio Macri. También el ministro de Economía, Sergio Massa, le dio su respaldo.
El resultado, rápidamente, intentó ser apropiado o incluido en las narrativas de las dos fuerzas mayoritarias: el Frente de Todos y Juntos por el Cambio.
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En la entrevista que brindó a Infobae durante la campaña el ahora gobernador electo, le puso palabras al desafío que tenía por delante: “Es una madeja de la familia del poder muy enquistada. Con un poder absoluto, lamentablemente, nos terminamos transformando en provincias feudales. Ese feudalismo, cuando ve temblar su régimen, se pone represor, se pone a tapar las posibilidades de que alguien pueda manifestar una opinión diferente”.
Más allá de los pergaminos propios y de una campaña incansable, dentro de la provincia pero también en el escenario nacional, Figueroa superó esa prueba y derrotó al candidato que Jorge Sapag le puso enfrente: el actual vicegobernador Marcos Koopmann, quien terminó pagando las consecuencias de 60 años de poder omnímodo.
Después de concluido el escrutinio provisorio, el gobernador electo obtuvo 147.663 votos (35,64%) mientras que el candidato del MPN cosechó 137.316 (33,14%). El cristinista Ramón Rioseco quedó tercero con 52.650 votos (12.71%), el candidato que apoyó Javier Milei, Carlos Eguía, reunió 33.074 (7,98%) y Pablo Cervi, de Juntos por el Cambio apenas 15.548 (3,75%).
En las elecciones de Neuquén estaban habilitados para votar 546 mil personas, un número parecido al que tiene, por ejemplo, el partido bonaerense de Lomas de Zamora (561.000). La relevancia del resultado no está dada por los votos que llevará a la competencia nacional. Su valor está en que muestra un signo de fatiga de un régimen que parecía invencible, en el distrito donde se registra la mayor productividad del país. Donde se juega el futuro del desarrollo de la Argentina.
Para tomar dimensión de lo que representa, Neuquén produce el 63% del gas, 47% del petróleo y contribuye con el 16% de la generación eléctrica de toda la Argentina. El año pasado, la provincia recibió inversiones por USD 6.000 millones y este año se esperan USD 8.000 millones. Son datos que surgieron de un informe elaborado en la provincia al que accedió Infobae, donde también se subraya que en la provincia la producción de petróleo superó los 325 mil barriles diarios.
“Hoy el petróleo no convencional representa el 91% de la producción petrolera neuquina”, indica el trabajo y agrega que “el petróleo neuquino representa casi la mitad del total del volumen de producción argentina”, lo que la ubica como la región que lidera esa actividad.
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“El 2022, la provincia generó 2.331 millones de dólares por exportaciones de hidrocarburos y se esperan para 2023 que las exportaciones alcancen los USD 4.000 millones. El año pasado se acumularon envíos por 22 millones de barriles de petróleo, representando el 22% de la producción provincial, que significan poco menos de 2.000 millones de dólares”, indica ese informe reservado.
“En materia de gas, las exportaciones alcanzaron los 1.597 MMm3, por un valor de 413 millones de dólares. Por el desarrollo de Vaca Muerta, el año pasado se evitaron importaciones por unos USD 20.300 millones y este año se ahorrarían cerca de 22 mil millones de dólares”, indicó el trabajo.
En la meca de este virtual emirato, Añelo, el distrito de Vaca Muerta, Figueroa ganó por más diferencia que en toda la provincia: logró el 40% frente 34% de Koopmann.
Por fuera de la cuestión económica y para analizar las claves del resultado electoral en la provincia de Vaca Muerta, Infobae convocó a Lucas Romero, director de Synopsis, y Daniel Ivoskus, presidente de la Cumbre Mundial Comunicación Política. Ambos coincidieron en que, más que una sorpresa, se trató de un resultado previsible pero que abre escenarios inciertos.
“Cayó un modelo de 60 años en una provincia. Es un resultado que nace de conflictos internos, pero que no se agotan en una interna. Los porcentajes que obtuvieron los dos -entre 33% y 35%- son muy bajos y explican que se trató en primer lugar de una ruptura interna del MPN”, explicó Ivoskus.
“Vamos a ver muchas sorpresas electorales este año. En este caso más que una sorpresa es una novedad posible, esperable. Sobre todo porque en política todo se termina, nada es para siempre. El PRI en México tardó 70 años en caer, pero un día cayó”, afirmó el consultor político, que resaltó: “Cuando caen esos regímenes, no se levantan más”.
Para Ivoskus, más allá de la derrota después de seis décadas, lo que sobresale es que “apareció alguien como Figueroa que pudo articular, ante un debilitamiento, una fractura interna, y pudo hilvanar una mayoría para ganar”. “Estamos camino a nuevas configuraciones electorales. Hay que ver si esta, la de este proceso electoral que tenemos por delante en 2023, es la última o si en estos 60 días tenemos una noticia un poco más fuerte o rupturista”, manifestó.
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“El calendario electoral se inició manteniendo las tendencias internacionales de derrotas de los oficialismos. Por eso quizá no hay que hablar de sorpresa, aunque pueda haber algunos sorprendidos”, insistió. “La línea de que los problemas internos son más importantes que los de afuera y que podemos estar ante una configuración nueva. La duda es si va a ser en estas elecciones de 2023 o en las siguientes. El sistema político, así como está, cruje y la ventaja es que el que va por afuera puede ganar. Y Neuquén lo confirmó”, consignó.
Por su parte, Lucas Romero resaltó que “es difícil decir que perdió el oficialismo de Neuquén, porque Rolo Figueroa sale del MPN y se reivindica como tal”. “Había cuatro provincias en la Argentina que, desde 1983 hasta ahora, no habían visto la alternancia política y una de esas es Neuquén. Con la derrota de este domingo hay un dato histórico y llamativo”.
También resaltó que había en las semanas previas una tendencia a ser cauto porque históricamente el MPN estuvo sub registrado en las estimaciones electorales, sobre todo porque tiene un sistema de colectoras que hace muy difícil registrar “y siempre el MPN juntaba más votos”.
“Es una provincia muy difícil y el MPN tenía un aparato muy aceitado por obtener votos. Por eso creo que esta es una derrota, más que para el MPN, para Sapag, para el sapagismo y todo su poder en la provincia”, explicó Romero. El director de Synopsis resaltó que “quien maneja el poder en el MPN es Sapag, es el poder detrás del partido, el líder del partido, que ha venido construyendo y digitando las sucesiones y el que impulsó a Omar Gutiérrez, que impuso a Marcos Koopman. Era una pelea contra el poder de Sapag, que la ganó Figueroa”.
Romero subrayó que el MPN sacó más del 50% de sus votos por la lista oficial y después son votos obtenidos por todas las alianzas territoriales. “En el caso de Figueroa lo que se vió fue un voto muy fragmentado. El triunfo se gesta por la multiplicidad de acuerdos que logró para construir esta alternativa que terminó ganando”, completó Romero.
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“La participación fue alta, fue más de 76%, está en la línea de los antecedentes. Este es un dato, porque en Río Negro -la otra elección que hubo este domingo- fue más bajo. En Río Negro la elección estaba definida y en cambio en Neuquén no, la elección estaba peleada”.
El analista y encuestador destacó que si la gente fue a votar, si la abstención no fue un factor que haya incidido en el resultado, “evidentemente hubo un malestar frente al oficialismo, que es el desafío que enfrentan todos los oficialismos en el mundo”.
“Todos los oficialismos enfrentan este problema. Cuando sos oficialismo y separás la elección local de la nacional, la desacoplás del efecto nacional, pero no deja de ser una circunstancia para expresar: ‘Me siento mal por la inflación, desempleo, inseguridad y miro al que está gobernando’. Es un síntoma de malestar de los neuquinos con el oficialismo de turno y en este caso, Figueroa asumió la representación del cambio, de la propuesta de cambio”.
La victoria de Figueroa fue rápidamente tomada desde el ámbito nacional. Como suele ocurrir, todos se disputaron la paternidad de la victoria y trataron de inscribirla en la lógica propia. Pero tuvo, en este caso, la particularidad que generó un fuerte contrapunto en el seno de Juntos por el Cambio.
Larreta fue el primero que, por medio de Twitter, expresó sus felicitaciones a Figueroa. Patricia Bullrich hizo lo mismo, pero una de las candidatas que fueron en la boleta ganadora le salió al cruce con dureza: “Patricia, no apoyaste al PRO y tus referentes fueron funcionales a los que gobiernan Neuquén hace 60 años. Los hechos dicen más que las palabras”, publicó Leticia Esteves, legisladora del PRO.
La discusión se debe a que Bullrich -junto con la UCR y Lilita Carrió- respaldó la postulación de Pablo Cervi para no alinearse junto a Larreta detrás de la postulación de quien era, en ese momento, un disidente del MPN. Ese posicionamiento, de hecho, le generó a Patricia Bullrich una discusión con Macri, pero luego, cuando escaló la interna en el seno del PRO por la elección porteña y la campaña nacional, el ex presidente se desentendió de Neuquén.
“Patricia bancó a Cervi, le puso candidatos y el MPN de Sapag le dio en la Justicia aval para que se llevaran el sello de Juntos por el Cambio. Decí que ganamos por dos puntos y medio, sino era una catástrofe: terminábamos siendo funcionales a los Sapag. Lo que hicieron en Neuquén les dio la excusa a los radicales de Río Negro a irse con Alberto Weretilneck y La Cámpora”, relató con crudeza una fuente de la oposición que pidió reserva.
Ante esta controversia, Lucas Romero subrayó que “en términos de la disputa nacional habrá que reconocerle a Larreta la apuesta de haber sostenido el apoyo a Figueroa, que se ve reflejado en estos tuits que sacó inmediatamente, tratando de capitalizar el apoyo”.
Destacó un aspecto de la pelea Bullrich-Larreta, Larreta-Bullrich no suficientemente abordado que es la dimensión de los acuerdos territoriales. “Da la impresión que Larreta tiene muchos mejores acuerdos territoriales con referentes territoriales en las provincias que pudieran ser un diferencial”, explicó.
“Nos vemos habitualmente cooptados por el microclima metropolitano y no miramos la proyección de la elección nacional en esa dimensión. Parece un armado más sólido el de Larreta que el de Bullrich”
Por el Frente de Todos, la voz la dio el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro quien resaltó que la elección fue polarizada “entre dos figuras fuertes del MPN” y trató de inscribirla en una lógica provincial.
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“Rolo Figueroa viene del MPN, ocupó puestos de los más altos dentro de la estructura y se puede decir que la interna de los dos sectores se dirimió en una elección general”, dijo De Pedro y agregó: “Esa visión que tuvo siempre el MPN está basada en un proyecto provincial, una visión muy arraigada con la gestión y la defensa de los recursos de la provincia. La gente vuelve a elegir ideas y proyectos que tengan que ver con la transformación real, concreta o la continuidad concreta de una forma de gobernar”.
“Desde la Capital se le suben todos a los que ganan en el interior. En esta lógica de la post verdad quieren sentirse parte o contarle al resto de la argentina que son parte de la fuerza que ganó. En Neuquén Juntos por el Cambio llevó un candidato que sacó 4 puntos. Me parece que el ejemplo es ser un poco más serio”, consideró y, antes de felicitar al ganador, recordó que “Massa tenía un acuerdo con Rolo Figueroa”.
Más allá de las lecturas y apropiaciones, el MPN que creó Felipe Sapag recibió un revés demoledor. En el libro que lee con apasionamiento el círculo rojo, que escribió Juan Manuel Abal Medina, hay una evocación que no deja bien parado al fallecido Sapag.
Contó el último secretario general que tuvo el PJ en vida de Perón que a él se le prohibió hacer cualquier tipo de acuerdo electoral con el creador del MPN. El fundador del Justicialismo había rechazado en un encuentro en Puerta de Hierro un ofrecimiento de dinero en medio de las estrecheces del exilio madrileño. “El General pensaba que lisa y llanamente había intentado sobornarlo” (pag. 214, “Conocer a Perón”, Editorial Planeta). Recuerdos inconvenientes que vienen del pasado y se hacen presente.
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