
Se viven días convulsionados en la casa de Gran Hermano. Al ritmo propio de la casa, con las estrategias, el cansancio y las broncas acumuladas por dos meses de competencia, se suman las señales que vienen del bendito afuera. La clasificación de Argentina al Mundial, que los hermanitos pudieron seguir con una serie de transmisiones especiales, la proximidad de las Fiestas, con todo lo que eso moviliza y el ingreso de nuevos -y viejos- participantes a la casa.