La Argentina atraviesa un brote histórico de dengue con la cifra récord de 48 víctimas fatales a causa de la infección transmitida por el mosquito Aedes aegypti. Además, ya se registra circulación viral en 15 jurisdicciones, según el último Boletín Epidemiológico Nacional del Ministerio de Salud de la Nación que relevó datos hasta el 16 de abril. Hasta el momento, el peor brote de dengue en el país había ocurrido en 2020, cuando se habían reportado 26 fallecidos.
Según el relevamiento de Infobae, el mapa de muertes confirmadas por cada distrito se distribuye de la siguiente manera: Salta (10), Tucumán (9), Jujuy (8), Santa Fe (8), Santiago del Estero (4), Córdoba (2), Ciudad de Buenos Aires (3), Buenos Aires (2), Entre Ríos (1) y Corrientes (1).
Los datos difundidos por la cartera sanitaria nacional el sábado aseguraron que, hasta el momento, se registran 56.324, aunque al analizar los datos confirmados por cada jurisdicción en las últimas horas, superan los 67.000. Las principales provincias afectadas son: Tucumán, con 17.578 casos; Santa Fe, con 13.647; Santiago del Estero, 7.765; Salta, 6.945; provincia de Buenos aires, 5.859; Ciudad de Buenos Aires, 6.376; Córdoba, 4.500; Jujuy, 3.656; Chaco, 1.226; Corrientes, 528; Catamarca, 500.
El jueves la ministra de Salud, Carla Vizzotti, explicó que los casos de dengue empezaron a crecer menos en la última semana, es decir, que se estarían amesetando. Una observación que también afirmó Fernán Quirós, titular de la cartera sanitaria porteña.
De todos modos, el documento indicó que “los casos acumulados registrados hasta el momento en la presente temporada están por encima de lo registrado para la misma semana en los años previos (60% más que en 2016 y 70% más que en 2020 para la misma semana)”. “Se registra un mayor número de casos que los dos últimos años”, continúa el texto.
“Hasta el momento 15 jurisdicciones han confirmado la circulación autóctona de dengue: todas las jurisdicciones de la región Centro (Buenos Aires, CABA, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe); de la región NOA (Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, Santiago del Estero y Tucumán); y de la NEA, “excepto Misiones (Chaco, Corrientes y Formosa) y la provincia de San Luis, en la región Cuyo”. Aunque, según advirtieron, se registran casos sospechosos en Misiones, por lo que se encuentra entre las zonas afectadas.
“La curva de casos de dengue dejó de crecer y se está amesetando en las jurisdicciones más afectadas como Tucumán o el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)”, afirmó Vizzotti. “Ayer estuvimos charlando con algunas de las provincias y tanto en Ciudad (de Buenos Aires), como en Provincia (de Buenos Aires) y Tucumán, en las últimas semanas dejó de crecer el número de casos y en el total país estamos en una situación parecida”, indicó la ministra el viernes en una conferencia de prensa en la inauguración de un nuevo resonador magnético de última generación en el Hospital Garrahan.
Vizzotti sostuvo que “con las bajas temperaturas esperamos que disminuya la vida del mosquito” y señaló que en este escenario “tenemos la expectativa de que estemos transitando ya la estabilización de los casos y empezar a ver en las próximas dos a cuatro semanas la disminución de la curva sobre todo en los lugares de mayor número que son Tucumán y el AMBA, donde vemos que la curva se está amesetando”.
La misma situación se observa en la Ciudad de Buenos Aires, donde el Ministerio de Salud porteño dijo que se produjo un descenso de casos por segunda semana consecutiva. En declaraciones a Radio 10, Quirós coincidió con Vizzotti y aseguró que “aunque todavía hay un valor muy alto, estamos en fase de descenso. Estos fríos que están llegando nos ayudan a dejar la enfermedad atrás”.
El titular de la cartera sanitaria porteña precisó que “a los subtipos del virus que eran el 1 y 4, se le agregó el 2 que es más hemorrágico y grave”. Por otro lado, al ser consultado sobre la situación en los barrios, el funcionario explicó que el Aedes aegypti “tiene la costumbre de estar cerca de donde están las personas y no en las plazas”, al tiempo que destacó que “está demostrado que fumigar preventivamente la plaza lo único que hace es poner toxicidad donde después juegan los chicos, no sirve para nada. Lo que sí es importante es revisar las casas y también se debe fumigar en la casa o alrededor cuando aparece un enfermo, para bloquear los casos.”
El dengue, es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito del género Aedes, principalmente por Aedes aegypti, y cuando éste se alimenta con sangre de una persona infectada por el virus dengue, lo adquiere. Luego de 8 a 12 días, el mosquito es capaz de transmitirlo a una persona sana a través de su picadura.
Vale remarcar que el dengue no se transmite de persona a persona, ni a través de objetos o de la leche materna. El mosquito Aedes aegypti se reproduce a través de huevos que deposita en recipientes y superficies que acumulan agua. No lo hace en charcos, lagunas pantanos, zanjas, ríos o arroyos, por eso, es importante eliminar los posibles criaderos.
El mosquito que transmite el dengue no sólo está activo en verano, por eso la llegada de las temperaturas otoñales y los días más frescos no son un alivio para la multiplicación de casos.
“El periodo de mayor actividad (del mosquito Aedes aegypti) ocurre entre el verano y el otoño, entre diciembre y mayo, estos son los seis meses de mayor actividad por las condiciones de temperatura, esa es la época que el mosquito adulto que pica y transmite está más activo”, precisó a Infobae el biólogo Manuel Espinosa, responsable del Departamento de Enfermedades Transmitidas por Mosquitos de la Fundación Mundo Sano, la organización que hace 30 años trabaja para cambiar la realidad de las personas afectadas por las enfermedades desatendidas.
El especialista agregó que si el invierno tarda en llegar, en junio puede mantenerse la transmisión, “como ocurrió en la epidemia de 2020, cuando hasta mediados de junio hubo casos”. Por eso, el pico de casos siempre suele darse entre marzo y abril, momentos del mayor población del mosquito Aedes.
“No tenemos que bajar la guardia, hay que seguir trabajando y durante todo el año porque el tema es disminuir la posibilidad de acumulación de agua porque el mosquito pone huevos y esos huevos duran inclusive todo el invierno, por eso las medidas de prevención y de control del vector se hacen durante todo el año”, expuso Vizzotti esta semana.
La titular de la cartelera sanitaria recordó que el dengue requiere de un abordaje integral “no solo la campaña de comunicación y de prevención, sino con las jurisdicciones, el fortalecimiento del laboratorio, y el trabajo municipal en el descacharrado, la recolección de residuos, disminuir la posibilidad de generar lugares para que se replique el mosquito, y también de la comunidad en este trabajo dentro de la casa”.
El dengue es considerado por la OMS una de las 20 enfermedades tropicales desatendidas (conocidas también por las siglas en inglés “NTDs”), que durante la pandemia han sufrido todavía mayor olvido debido a que muchas de las redes sanitarias han tenido que centrarse en el combate a la COVID-19. La OMS estima que unos 1.700 millones de personas necesitarían tratamiento por al menos una de estas enfermedades al año, aunque los médicos sólo llegan a atender a unos 1.000 millones anualmente.
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