El abuso de medicamentos recetados es el uso de un medicamento de venta con receta médica de una manera no prevista por la persona que lo receta. El abuso de medicamentos recetados, también llamado mal uso de medicamentos recetados, comprende desde tomar el analgésico recetado de un amigo para el dolor de espalda hasta inhalar o inyectarte píldoras molidas para sentir un subidón. El abuso de medicamentos recetados puede hacerse continuo y compulsivo, a pesar de las consecuencias negativas.
El abuso de medicamentos recetados, un problema cada vez mayor, puede afectar a todos los grupos etarios. Los medicamentos recetados de los que más se abusa incluyen analgésicos opioides, ansiolíticos, sedantes y estimulantes.
La identificación precoz del abuso de medicamentos recetados y la intervención temprana pueden evitar que el problema se convierta en una adicción.
Los signos y síntomas del abuso de medicamentos de venta con receta médica dependen del fármaco específico. Por las propiedades modificadoras de la conducta, los medicamentos de venta con receta médica de los que se abusa con más frecuencia son:
Opioides que se usan para tratar el dolor, como los medicamentos que contienen oxicodona (Oxycontin, Percocet) e hidrocodona (Norco)
Medicamentos ansiolíticos, sedantes e hipnóticos que se usan para tratar los trastornos del sueño y la ansiedad, como el alprazolam (Xanax), el diazepam (Valium) y el zolpidem (Ambien)
Estimulantes que se usan para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad y determinados trastornos del sueño, como el metilfenidato (Ritalin, Concerta y otros), la dextroanfetamina-anfetamina (Adderall XR, Mydayis) y la dextroanfetamina (Dexedrine)
Estreñimiento
Náuseas
Sensación de estar colocado
Frecuencia respiratoria lenta
Somnolencia
Confusión
Mala coordinación
Necesidad de tomar dosis más altas para aliviar el dolor
Empeoramiento o aumento de la sensibilidad al dolor con dosis más altas
Somnolencia
Confusión
Andar de manera inestable
Habla arrastrada
Problemas de concentración
Mareos
Problemas de la memoria
Respiración lenta
Estar más alerta
Sensación de estar colocado
Ritmo cardíaco irregular
Presión arterial alta
Temperatura corporal alta
Disminución del apetito
Insomnio
Agitación
Ansiedad
Paranoia
Robar, falsificar o vender recetas médicas
Tomar dosis más altas que las recetadas
Hostilidad o cambios de humor
Dormir de más o de menos
Tomar malas decisiones
Sentirse inusualmente energético, eufórico o acelerado
Somnolencia
Pedir reposiciones antes de tiempo o “perder” constantemente las recetas médicas, por lo que se deben hacer más
Intentar pedir recetas médicas a más de un médico
Habla con el proveedor de atención médica si crees que puedes tener problemas con el consumo de medicamentos de venta con receta médica. Es posible que sientas vergüenza de hablar sobre ello, pero recuerda que los médicos están capacitados para ayudarte, no para juzgarte. Es más fácil abordar el problema temprano, antes de que se transforme en una adicción y dé lugar a problemas más graves.
Algunas personas temen volverse adictos a los medicamentos recetados para las enfermedades, como los analgésicos indicados luego de una cirugía. Pero puedes reducir el riesgo si sigues estrictamente las indicaciones del proveedor de atención médica sobre cómo tomar los medicamentos.
El abuso de medicamentos con receta médica es más frecuente entre adolescentes y adultos jóvenes.
Los factores de riesgo del abuso de medicamentos recetados comprenden los siguientes:
Adicciones pasadas o presentes a otras sustancias, como alcohol y tabaco
Antecedentes familiares de problemas de abuso de sustancias
Ciertas afecciones preexistentes de salud mental
Presión de grupo o un entorno social en el que hay consumo de sustancias adictivas
Fácil acceso a medicamentos recetados, como tenerlos en el botiquín de la casa
Falta de información sobre los medicamentos recetados y su daño potencial
El consumo excesivo de medicamentos de venta con receta médica en adultos mayores es un problema en aumento, especialmente, cuando combinan medicamentos con alcohol. Tener varios problemas de salud y tomar varios medicamentos puede suponer un riesgo, ya que es posible que las personas hagan un mal uso de estos o se vuelvan adictos.
Por lo general, los médicos basan un diagnóstico de abuso de medicamentos recetados en la historia clínica y las respuestas a otras preguntas. En algunos casos, determinados signos y síntomas también proporcionan indicios.
Los análisis de sangre u orina pueden detectar muchos tipos de medicamentos. Estos análisis también pueden ayudar a hacer un seguimiento de la evolución de una persona que recibe tratamiento.
Las opciones de tratamiento para el abuso de medicamentos recetados varían según el tipo de medicamento usado y de tus necesidades. Sin embargo, el asesoramiento psicológico suele ser una parte fundamental del tratamiento. En el tratamiento, puede ser necesaria la abstinencia (desintoxicación), medicamentos para la adicción y apoyo para la recuperación.
Un terapeuta certificado en abuso de drogas y alcohol y otros especialistas en adicciones pueden ofrecer asesoramiento psicológico individual, grupal o familiar. Este asesoramiento puede ayudarte con lo siguiente:
Determinar qué factores pueden haberte llevado al consumo excesivo de medicamentos recetados, como un problema de salud mental oculto o problemas en las relaciones.
Conocer las habilidades necesarias para resistirte a los deseos de consumo, evitar el abuso de medicamentos y ayudar a prevenir la recurrencia de problemas con los medicamentos recetados.
Aprender estrategias para desarrollar relaciones positivas.
Identificar formas de involucrarte en actividades saludables que no estén relacionadas con las drogas.
Conocer los pasos a seguir tienes una recaída.
Según el medicamento recetado y el uso, la desintoxicación puede ser necesaria como parte del tratamiento. La abstinencia puede ser peligrosa y debe realizarse bajo la supervisión de un proveedor de atención médica.
Abstinencia de opioides. La reducción gradual de opioides implica disminuir progresivamente la dosis del medicamento hasta que ya no se use. Otros medicamentos, como la clonidina (Catapres), un medicamento que se usa principalmente para tratar la presión arterial alta, puede ayudar a controlar los síntomas de abstinencia de los opioides. En Estados Unidos, los proveedores de atención médica recetan buprenorfina, buprenorfina con naloxona (Suboxone) o metadona en condiciones específicas, legalmente reguladas y controladas a fin de aliviar los síntomas de abstinencia de los analgésicos opioides. Los medicamentos administrados mediante inyección una vez al mes por un profesional de atención médica pueden ayudar a las personas a no consumir opioides durante su recuperación. Entre los ejemplos, se incluyen la naltrexona (Vivitrol) y la buprenorfina (Sublocade).
Abstinencia de ansiolíticos y sedantes. Si has consumido sedantes o ansiolíticos recetados durante un tiempo prolongado, la reducción gradual de estos medicamentos puede llevar semanas. Debido a los síntomas de abstinencia, el cuerpo puede tardar ese tiempo en adaptarse a las dosis bajas del medicamento y luego acostumbrarse a no tomar ninguna. Es posible que necesites otros tipos de medicamentos para estabilizar tu estado de ánimo, controlar las fases finales de reducción gradual o ayudarte con la ansiedad. Deberás trabajar en estrecha colaboración con el proveedor de atención médica.
Abstinencia de estimulantes. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos no aprobó ningún medicamento para el tratamiento de la abstinencia de estimulantes. El tratamiento se suele enfocar en reducir gradualmente el medicamento y aliviar los síntomas de abstinencia, por ejemplo, problemas para dormir, cansancio y depresión.